martes, abril 15, 2014

The Amazing Spider-Man: Family Business

La vida de Spider-Man ha dado una serie de giros que lo hacen acostumbrarse a los escenarios más bizarros. O eso creía, hasta que un día, como cualquier otro, se entera de que tiene una hermana perdida. Caballeros, con ustedes, Teresa Parker.
Les voy a confesar una cosa: Hubo años, y digo años, que compré la revista del Hombre Araña sin encontrar una historia satisfactoria. Es una de esas cosas que comienzas haciendo por gusto y terminas volviéndolo un acto casi mecánico. Es por eso que cuando comencé a escuchar el burbujeante fenómeno de Family Business, me lo pensé dos veces adquirirlo.
Por un lado teníamos a un guionista de largo kilometraje en los cómics, como lo es Mark Waid. Del otro, a uno de los artistas que justifican que el cómic sea considerado el noveno arte: Gabrielle Dell'Otto.
Aquí viene la tradicional pregunta: ¿Con dos tipos tan buenos, qué puede salir mal? Pero sabemos que en los cómics incluso Stan Lee y Jack Kirby la llegaron a cagar, así que es mejor no darle carta blanca a nadie.
El otro día me encontré con este ejemplar en un Sanborns, y como buen ñoño piojo, comencé a leerlo gratis. Me bastaron unas cinco páginas para darme cuenta que bien valía la pena comprarlo (eso y que uno de los tipos que trabajan allí, de saco rojo –sin albur– me dijera si lo iba a comprar...al cómic, no a él).
Spider-Man: Family Business está ubicado cronológicamente antes del número 700, y la lectura lo convierte en un cómic prácticamente atemporal. Las referencias a la actualidad de Peter son mínimas, y la historia fluye sin que estemos pensando si esto es antes o después de tal o cual cosa.
¿Qué cómo es la historia? Muy buena. De verdad, muy buena. Es un one shot que justifica serlo. El gancho de la historia ("la hermana") puede servir para despertar el morbo de muchos, pero hay mucho más. Waid nos da a un Spidey clásico, ese que muchos leímos hace tiempo por primera vez, y nos divirtió al punto de seguir comprando su revista. Los gags que lanza en sus batallas son brillantes, y tiene dos que tres puntadas que valen el número.
Pese al nombre, este nombre no es un cómic de “puro” Spider-Man. De hecho, hay mucho de Peter Parker. Los guiños a su pasado y caótico presente son geniales, y lejos de ser una historia que se centre en la mera acción, tenemos muchos elementos de espionaje, en una aventura que viaja de Nueva York a Mónaco e incluso llega a Egipto.
Con los anterior, está de más decir si es una lectura recomendable, pero de todas formas lo voy a hacer: Es una lectura recomendable. Un cómic de esos que bien valen la pena tener, por el arte, la historia y porque incluso el mediocre equipo de Giobanny Arévalo no pudo arruinarlo. Y eso es mucho.

2 comentarios:

richzc dijo...

Yo lo considero "bueno", no"muy bueno". Una opinión muy personal sobre todo porque el Kingpin dista de ser mi villano favorito. Eso y el precio, que convierte a este volumen el comic mexicano más costoso de mi colección considerando otros Monster, Omnibuses y Definitives de la misma editorial. En fin. Para la próxima mejor investigo más antes de comprar por impulso. Saludos.

Anónimo dijo...

eres igual de puto que giobabas