martes, marzo 24, 2015

Diario de un investigador de Ovnis

Danny Shapiro es un joven de 13 años cuya vida transcurre entre la máquina de escribir, su interés por los ovnis y una enorme timidez. A su dificultad para relacionarse con la gente se suma la enfermedad que sufre su madre, un cáncer que poco a poco la está consumiendo; además de la difícil relación que sostiene con su padre.
Un día, como cualquier otro, Danny comienza a adentrarse en la investigación ovni, lo que lo lleva a entrar en una sociedad secreta, tener un encuentro de primera mano con los Hombres de Negro y descubrir que detrás del misterio de los platillos voladores se esconde más mucho más. O, ¿es que acaso todo lo anterior solamente lo está imaginando?
“Diario de un investigador de ovnis” es la obra de David Halperin, un profesor universitario que decidió experimentar con la ciencia ficción y las angustias adolescentes en esta historia. Ahora, debo decir que dos cosas me llevaron a comprar el libro: La sinopsis que tenía en su contraportada, y el precio ($68 pesos en Gandhi, cuando el precio original era de más de $200).
Tal bajón de precio me hacía pensar que hablaba también mucho de su calidad. Y si, y no. El libro tiene frases y momentos realmente grandiosos. Hay por allí sueltas algunas reflexiones sobre la soledad, el amor y sobre todo, la incapacidad de conectar con el mundo que logran hacer que tu mirada de clave durante bastante tiempo en las páginas.
Sin embargo, son frases muchas veces, y no páginas. La historia bordea constantemente entre lo que Danny escribe y vive, sin ningún tipo de línea divisoria entre ambas, así que depende del lector deducir cuando lo que lee es “verdad” y cuanto de lo que lee forma parte de la novela de Shapiro.
La edición en español, realizada por Minotauro, tiene una edición relativamente aceptable, aunque por allí le caché dos o tres errores ortográficos, que en un libro siempre sientan fatal. Por lo demás, está pensada para el lector castellano de España, así que abundan los “visteís” y “os he dicho”, tan propios de la Península Ibérica.
Un libro pasable, no una obra maestra, pero que si ofrece momentos brillantes. Habrá que ver futuras obras del autor, pues al final de cuentas, no es un mal primer intento de su parte.

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